SUSURROS DE UN RIO

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media existio

una hermosa dama, cuya belleza era admirada en todo el reino, por todos los habitantes del lugar. Un dia y sin saber por que motivo aparecio muerta a la orilla del rio donde solia bajar a mirarse mientras solia cantar dulces canciones que eran por todos escuchadas. Los nobles ante tal desgracia buscaron la manera de darle una rapida solucion y decidieron culpar a un humilde campesino que se encontraba cerca de aquel lugar, cuando el veradero culpable habia sido un hombre influyente del reino , que despreciado por la hermosa mujer, busco a un inocente para asi ocultar su crimen.

El campesino fue llevado a juicio, sabiendo que seria imposible salvarse del veredicto :¡A la horca!.

El juez, que habia sido buenamente sobornado, trato de dar todo el aspecto de un juicio justo y por ello le hablo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en sus manos que el decida... Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras "culpable" e "inocente". Tu escogeras y sera la mano de Dios la que decida tu destino...

El fraude de juicio habia sido bien preparado y en los dos papeles estaba escrita la misma palabra

"CULPABLE" y el pobre acusado se habia dado cuenta de que todo era una trampa, que no tenia escapatoria. El juez le ordeno que rapidamente escogiera uno de los papeles. El hombre respiro como si fuese su ultima vez, se quedo en silencio con los ojos cerrados y cuando la gente que habia acudido hasta alli comenzaba a impacientarse, abrio los jos y con una extraña sonrisa escogio uno de ellos se lo llevo a la boca y lo trago rapidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon : pero...¿que hizo..?, ¿y ahora...?, ¿como

vamos a saber el veredicto...?

"Es muy sencillo, respondio el campesino..., es cuestion de leer el papel que queda y sabremos que decia el que me trague".

Con un gran coraje muy bien disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamas volvieron a molestarle. Pocos dias mas tarde el verdadero culpable, acosado por los remordimientos confeso su crimen y fue llevado a la horca, haciendose justicia.

Cuentan que desde aquel dia, cada vez que alguien se acerca a la orilla del rio, se puede escuchar una bella melodia susurrada por los cantos de la bella mujer...