lunes, 7 de septiembre de 2009

EL ROBLE



Un hombre levanto
la que iba a ser su casa
y quiso embellecerla con
un hermoso jardin.
En el centro dispuso plantar
un erguido roble, que crecio lentamente.
Dia a dia hechaba raices y fortalecia sus tallos,
para convertirlos en tronco y asi poder resistir
los vientos y las tormentas venideras.
Junto al muro de su casa, el dueño planto una hiedra y
esta comenzo a trepar velozmente. Todos los dias extendia sus tentaculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a las paredes.
Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados.
El roble, por el contario, crecia silenciosa y lentamente.
-"¿Como estas, amigo roble?", pregunto una mañana la hiedra.
-"Bien, mi amiga" contesto el roble.
-"Eso lo dices porque nunca llegaste a esta altura", agrego la hiedra con mucha ironia , "Desde
aqui se ve todo tan distinto, a veces me da pena verte siempre alla en el fondo del patio"
-"No te burles, amiga", respondio muy humilde el roble, "Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza". Entoneces la hiedra solto una risa burlona y el tiempo siguio su marcha. El roble crecio con su ritmo firme y lento. Los muros y paredes de la casa envejecieron. Una fuerte tormenta sacudio con un ciclon la casa y su jardin. Fue una noche terrible. El roble se agarro a sus raices para mantenerse erguido. La hiedra se aferro con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada. Al amanecer, el dueño de la casa recorrio su jardin y vio que la hiedra habia sido desprendida de la pared, y estaba enrredada sobre si misma, en el suelo, al pie del roble.
El dueño de la casa arranco la hiedra y la quemo.
Mientras tanto el roble hizo una reflexion:
"Es mejor cecer sobre raices propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros"

1 comentario:

  1. ¡Preciosa verdad Marian! una autentica lección contada de manera ejemplar, ¡me encantó!
    Un abrazo enorme.

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