miércoles, 21 de octubre de 2009
OLOR A CASTAÑAS
Otoño..., tiempo de conservas...,
membrillos dulzones..., jugosas bellotas...,
paseos con lluvia vestidos con botas...,
jardines y parques arropados con hojas...,
cucuruchos calientes con castañas crujientes...,
¡¡Castañas asadas!!...,¿A cuantos de nosotros el olor a castañas asadas ahun nos da un pellizco en la memoria?. Estoy segura de que no hay que ser adulto, para sentirlo. Las castañas, fruto del otoño por excenlencia, nunca faltan a su cita: calentitas, metidas en cucuruchos de papel, nos calientan las manos antes que el cuerpo, dando fe de que el tiempo de gabardinas, paraguas, botas y guantes de lana han llegado para quedarse por una larga estancia, campando a sus anchas por nuestras ciudades.
Hoy, de camino a casa, descubri que el puesto de asar castañas donde niña siempre me paraba a comprar un cucurucho, sigue estando en el mismo sitio aunque hoy en dia es distinta la dueña que entonces regentaba el asador.
Mi primera intencion fue pasar de largo, pero al instante, no pude resistir el darme el gusto de comerme unas cuantas y asi comprobar lo ricas y sabrosas que siguen estando.
Me sorprendio gratamente saber, que estos humeantes y pequeños puestos, se mantengan hoy en dia frente a los establecimientos de comida rapida, que invaden nuestras aceras.
*La imagen del post pertenece a uno de mis cuentos troquelados favoritos, que ahun de puede
adquirir en antiguas librerias*
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que bonito marian y que recuerdos de infancia ademas con la ilustración fue de los primeros cuentos que tuve los de este dibujante me he ido a la cama no podia dormir he vuelto y con esto tan bonito que has escrito ahora seguro que tendre dulces sueños gracias y un beso. aixx ahora no me podre dormir por no acordarmr del nombre del dibujante es que soy un caso muaa
ResponderEliminarrecuerdos que vuelven tradiciones que no pasan, unas castañas a la salida del cine, mmmm, y que ricas estan asadas, tendremos que ir preparando ya esas estupendas recetas, un beso guapa.
ResponderEliminarUmmmmmm! ¡Que ricas Marian! El olor me trae recuerdos de aquel Madrid de mi infancia, de los paseos agarrada al la mano de mi madre y no resistirnos al pasar por cualquier kiosko en el que se estaban asando castañas y sentir en las manos el calor de aquel cucurucho de papel de periódico que contenía todo el sabor a invierno.
ResponderEliminarUn abrazo enorme ¡y con unas ganas de castañas ...!
Sí que están ricas, y digo están porque en Madrid sigue habiendo viejos o viejas que venden castañas asadas en cucuruchos de papel de periódico, que ricas uuuummmm.
ResponderEliminarBesito Marian y el cuento de la Catañera, tampoco me acuerdo el nombre del dibujante, ¿puede ser Ferranti o Ferrandi? o algo así.
¡Y lo ricas que están las castañas asadas!
ResponderEliminarHas conseguido que las huela.
Buen día.
Jo....es verdad, ¡qué recuerdos!
ResponderEliminarEs una imagen típica del frío.Yo no me puedo resistir y siempre cojo un cucurucho.
¡Qué ricas!
Un beso!
@Nafire y Ross: el dibujante es Ferrandiz, no le deis mas vueltas a esas lindas cabezitas.
ResponderEliminar@Mery: a ver si nos traes algun plato rico que yo con castañas no he cocinado nunca.
@LaMar:Cuando quieras nos comemos un cucurucho, guelita.
@Juanjo y Alex: a por un cucurucho que ya se van quedando las manos frias y los dientes largos.
Un beso para todos.